“Derecho a no nacer”
Straiker mordía empedernidamente la pierna de Ana mientras ella corría por toda la casa pidiendo auxilio, exagerando el movimiento de su pierna como si ésta no le respondiera para inspirar la compasión de straiker y así librarse de él, pero eso nunca pasaba. Solo cuando ella, agotada, se tiraba pesadamente sobre su cama boca arriba, él la soltaba y se subía para lamerle la cara y juguetearle, entonces Ana se hacia la dormida. Sin embargo en ese día de Septiembre de 2007 algo inusual hizo que bajara súbitamente a Straiker de la cama; su corazón agitado latía veloz y constante, pero un eco completamente adverso brotaba en su interior y podía verlo a través de la piel, Ana presintió lo peor.
Y no es que estar en estado de embarazo sea lo peor que le pueda pasar a una persona, pero para una mujer de dieciséis años, que estudia primer semestre de Idiomas, que depende económicamente de sus padres, que aún piensa en salir de rumba con sus amigos y novio, que pensaba ir por primera vez a un campamento la última semana de Septiembre – el campamento fue en lo primero que pensó cuando intuyo su estado- , que no sabia como hacer arroz, que nunca había tenido un pañal en sus manos -salvo el de sus muñecas- ,tal vez si lo sea.
Seguramente por estas razones y otras tantas, Ana, aun sin saber si estaba o no en embarazo, ya había tomado una decisión que le cambiaria la vida.
11 de mayo de 2006
“Bogotá, Colombia – Un fallo de la Corte Constitucional, cuyo ponente fue el magistrado Jaime Araujo Rentería, eliminó la pena de uno a tres años que el Código Penal contemplaba para quien se practicara un aborto. La votación fue de cinco votos a favor y tres en contra.
La despenalización se aplica en tres casos especiales: cuando la mujer haya sido objeto de violación, cuando haya una malformación grave en el feto o cuando el embarazo revista riesgo para la madre.
No obstante, hay que aclarar que en los demás casos, el aborto sigue siendo ilegal.”
El aborto sigue siendo ilegal; ilegal para jovencitas de doce, trece, catorce años que solo le pueden brindar una especie de “hermandad” a sus queridos hijos criados por la abuela materna o paterna, ilegal para las mujeres resentidas con la vida que se desquitan diariamente a golpes con sus hijos (cualidad materna y paterna muy frecuente en Colombia), ilegal para mujeres pobres (la mayoría) que no le podrán dar educación a sus hijos, más que enseñarles a vender dulces en los semáforos para que aporten en su casa, ilegal para Ana que pensaba hablar cuatro idiomas en cinco años; ilegal para todas las mujeres que se practican a diario un aborto en Colombia, por que consideran que no están preparadas.
La protección a la vida aun sin haber nacido, es el argumento por el que el aborto no es legal. Debe ser, claro, la protección que ofrece el estado Colombiano a la “vida” de tantas niñas menores de diez años que se prostituyen libremente por las calles. Y en este punto surge una pregunta más que necesaria, ¿Que es la vida?, debe ser, un cuerpo que respira y come y camina y contamina y palpita, debe estar en los miles y millones y billones y trillones de personas que caminan por el mundo. Debe ser la vida, los niños “soplando Sacol” en el centro de Cali o los que permanecen solos todo el día en una casa con llave, o los que esperan en adopción a los dieciséis años por una madre, o los niños maltratados física y peor aun psicológicamente por sus progenitores. A veces me pregunto –aunque se la respuesta- si esos niños en algún momento de sus vidas, habrán preferido no haber nacido. Ese tal vez habría sido su derecho. La vida no es solo un buen estado fisiológico, sino también psicológico y social, quiénes serán en doce años los hijos de las niñas de hoy, es decir las madres de hoy, o las madres-hermanas de hoy.
Con angustia Ana vio como la jeringa se iba llenando con su sangre, y rogaba a Dios que los resultados fueran negativos, “rece como cuatro padrenuestros en ese momento”, recordaba Ana mientras sus gestos se iban tornando cada vez mas angustiados. A las cuatro de la tarde, hora en que saldrían los resultados, su novio Ricardo la esperaba impaciente afuera del laboratorio, no fue necesario decir nada, el rostro de Ana expresaba incluso más de lo que había pensado decirle, él solo la abrazó y le dijo que la apoyaría en todo.
El ministerio de la protección social sostiene que la tercera parte de mortalidad materna en el país la constituyen abortos ilegales, sin embargo en Colombia se habla de TLC, de reelección, de las “chuzadas del DAS”, de los millones de dólares encontrados en Buenaventura, de privatización, mientras más mujeres arriesgan su salud practicándose abortos en lugares inadecuados y el tema escasamente sale a la luz pública.
En el mercado farmacéutico se puede encontrar Cytotec, una pasta, que al introducirla vaginalmente provoca una fuerte contracción y finalmente el aborto. Esta pasta se comercializa de manera libre y tiene un valor de cinco mil pesos cada una, los farmaceutas recomiendan tres para que el resultado sea eficaz y rápido. Esta droga se comercializa también por internet, a través de la página http://www.cytotectuamiga.com. El mal uso de esta droga puede desencadenar una infección, o una hemorragia, por lo que es de alto riesgo.
Para Ana no fue difícil enterarse de la existencia de esta pasta, años antes, un amigo le había contado que su novia había abortado con ella y estaba bien. Ahora Ana esperaba a su amigo en la panadería de la esquina, para que él le comprara las pastas a cambio de una pequeña comisión.
-Yo no tenía dudas en ese momento, yo sabia que no estaba preparada para tener un hijo, y además mis papás me estaban pagando el estudio, y francamente no era el estilo de vida que quería para mi, nunca me imagine criando hijos a los diecisiete.
El 28 de Septiembre de este año se realizará en México una marcha para exigir el derecho de la mujer a interrumpir su embarazo, y múltiples foros sobre el aborto debaten el tema en la internet, se puede observar que cada día son mas las personas que apoyan la legalización del aborto y éste ya no es un asunto de moral o de religión, ahora se esta empezando a tomar en cuenta el derecho de la mujer a decidir libremente sobre su sexualidad, su cuerpo, su salud física y mental, y su reproducción.
Una de las mayores defensoras de la legalización del aborto en Colombia Mónica Roa, abogada de la Universidad de los Andes, donde se graduó en 1999; fue quien de forma valiente y decidida llevo en alto la proclama de la despenalización del aborto y el 14 de Abril de 2005 radicó en la Corte Constitucional, una demanda de iniciativa ciudadana, pidiendo la reforma del articulo 122 del código penal, que considera el aborto un delito contra la vida y la integridad personal.
La iglesia católica y la comunidad cristiana en general , han sido los mayores opositores del aborto, no obstante, la iglesia católica tampoco aprueba el uso de anticonceptivos como el condón o las píldoras, si no que en cambio propone usar el método del ritmo -idea retrograda y arriesgada debido al alto índice de enfermedades venéreas-, no erradamente Fernando Vallejo llamó a Karol Wojtyla o Juan Pablo II, “el máximo azuzador de la paridera, quien durante los veintiséis años de su pontificado, ayudó como nadie a aumentar a la población del mundo dos mil millones que se dicen rápido pero que excretan mucho” . La iglesia ejerce su poder político y social, para mezclar los dos términos como si fuesen lo mismo: pecado e ilegal.
Ana miró por largo tiempo las pastillas en la soledad de su cuarto, ahora era el momento de decidir si dejaba de estudiar, y se dedicaba a criar a su bebe, y eso supone -aunque muchas madres no lo saben, o no lo aplican-, tener los medios económicos suficientes para alimentarlo, darle un lugar donde dormir, vestirlo, comprar pañales y todos los recursos que le permitan desarrollarse bien, tener disponibilidad de tiempo, es decir, , levantarse temprano o en la noche para alimentarlo, permanecer con él, sacarlo a pasear, bañarlo; darle educación e inculcarle valores, darle afecto y seguridad emocional. Esta entrega por parte de la madre, no debería significar un esfuerzo, ya que idealmente la madre debería estar preparada física, económica y psicológicamente para darle una buena crianza a su bebe, pero éste, como tantos otros miles en Colombia, no era el caso.
Finalmente Ana empezó a introducirse una por una las pastillas de Cytotec, las manos le sudaban y le temblaban, “estaba muerta de miedo porque sabía los peligros, pero no podía ir a un hospital, primero por que era ilegal y segundo porque se darían cuenta mis papás” me contaba Ana.
Son muchas las páginas en internet en contra del aborto, y muchos los reproches que se hacen de “por qué no planificar”, Mónica Roa en una entrevista hecha por Álvaro Angarita, dio tal vez la respuesta mas lógica a este pueril reproche, “no se trata de promover el aborto como la solución a los problemas. Todos estamos de acuerdo que en una sociedad ideal utópica el aborto no sería necesario. Pero, estamos bastante lejos de ser esa sociedad ideal y en consecuencia, no podemos seguir permitiendo que se mueran las mujeres”.
Después de treinta minutos, Ana sintió un dolor agudo, casi insoportable en su vientre, luego empezó a sangrar de manera abundante, pero lentamente el dolor ceso. El sangrado duro dieciséis días en los que estuvo pálida y sin fuerzas.
Han pasado dos años desde que Ana interrumpió su embarazo, afortunadamente no sufrió ninguna infección; ya domina perfectamente el ingles y sigue estudiando; vive con sus padres y su relación con Ricardo aun continúa.
Le pregunte como se sentía ahora con respecto a su decisión, a lo que contesto:
-siento que hice lo mejor, no solo par mi, sino también para el bebe, y las razones sobran.
0 comentarios:
Publicar un comentario